|
|
|
||
Iglesia de San Miguel Arcángel
|
|
|
||
Notas breves Ver noticia sobre LA PISTA CUBIERTA En |
ALDEASECA Web Actualizada el día |
Pista Cubierta |
||
“El
Cizañero” Editorialilla Así, la cizaña, llaman los agricultores a la
mala hierba inútil que crece entre el cereal como una presencia no invitada,
o la que tapiza los huertos sorbiendo con menos problemas de conciencia que
Rubalcaba el agua que necesitan los frutales. "Meter cizaña", en
sentido figurado, es en la España antigua ocuparse de cultivar ensaladas
baldías, de meter relleno que no da fruto en lo que sí lo da, de dividir y no
sumar, de vivir de lo que otros han sembrado para finalmente destruirlo. Hay gente que ahoga, que tupe y que abarata,
que hace inútil y baldía y odiosa cualquier cosa que toca, que arroja sombras
y mala simiente, pasos falsos e inquietantes presagios cuando la guadaña no
está pronta a cortarla en cuanto asoma. Hubo que limpiar los bancales del
Ministerio de Interior cuando aún había tiempo, como los labriegos
diligentes. Los pobres hombres de Aznar durmieron la siesta de la mayoría
absoluta bajo un naranjo con una espiga de abundancia en la comisura y cuando
despertaron los rodeaban las ortigas, las lenguas de gato, los cardos
borriqueros, los vinagrillos y todo ese resentimiento secular de la verdura
trepadora que sólo sirve para forraje barato. La cosa más destructiva que se
puede ser para un agricultor es "un cizañero". El que echa a perder
los campos y crispa a los pueblos, el que saca siempre a relucir el
"siete doble" en la imposible partida de dominó de la España
profunda, de donde sale la gente para matarse. El de la bolsa de malas
vibraciones que no tiene fin. No se equivoca el sindicato de la Unión de Pequeños
Agricultores a detectar que en muchos pueblos de la España más aislada ya es
inviable la convivencia siquiera jugando al "chamelo" en el bar de
cazadores, a causa del cainismo en el que nos ha metido el Gobierno de
Rodríguez Zapatero el Cizañero. Como gesto de buena voluntad, ya hay que exigir
para entrar en muchos sitios que se dejen las quijadas de asno en la puerta,
para evitar disgustos con el pianista. Los agrimensores no deben calcular
ahora sólo hasta dónde llegan los lindes de una finca, andando entre ellos
como encima de un alambre para no ser escopeteado por ambos propietarios,
sino hasta dónde llega una aldea mental u otra, un campanario interior u
otro, un país de a dos palmos en no resuelta guerra con el vecino. Y eso no lo ha provocado Rajoy. Todos han
advertido la dudosa presencia del sembrador de cizaña al abrigo de la no
menos dudosa oscuridad, en compañía de compinches como poco dudosísimos. La
gente puede ser idiota, pero no tonta. José Antonio Martínez Albarca. De Cizañeros, engañabobos y otras hierbas, están los pueblos como para echarlos en remojo. Llenos de cardos borriqueros, como el de la
cámara de fotos en la mano, dispuesto a comer del presupuesto. Aunque
la irresponsabilidad de su trabajo
VULNERE la NORMATIVA. |
OTRAS PORTADAS
1 2 3 4
5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Si
quieres colaborar en nuestra
Página este es nuestro Correo: Aldeasecapp@Hotmail.com